"Cristo vive y te quiere vivo, somos todos el ahora de Dios."

"Ser joven es una gracia, una fortuna. Es una alegría, un canto de esperanza y una bienaventuranza."

"Nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir." (1 Timoteo 4:12)

"Nuestra vida es una vocación, jóven sé tú el regalo de Dios."

"¡No tengan miedo de ser los santos del nuevo milenio!" - San Juan Pablo II

En el pensamiento de…

"El adviento no se trata solo de esperar la llegada del Hijo de Dios al mundo, es el reconocimiento de la presencia real y amorosa de Dios entre los hombres, de ese Dios amoroso que viene a nuestros corazones y nos habla en lo profundo."
Ofe
Secretariado Diocesano Juvenil

Durante este tiempo de espera compartiremos pensamientos y la vida de algunos Santos conectados a esta época, “Los Santos y el Adviento” se llama este espacio; Ofe del SEDIJ esta semana nos comparte:

Los Santos y el Adviento

San Nicolás de Bari o San Nicolás de Myra.

El Adviento es una oportunidad de preparar el corazón para hacer de nuestras vidas un pesebre digno en el que Él se hace presente. Para el beato dominico Santiago de la Vorágine, una de las cuatro venidas de Cristo representadas en el adviento es la “presencia espiritual de Cristo en la vida de cada creyente”, ejemplo de esta presencia se encuentra en la vida de San Nicolás de Bari a quien se le ha llamado santo de la época de Adviento. Debido a que su fiesta ocurre temprano en el Adviento, el 6 de diciembre. Es apropiado que se le celebre, particularmente en Adviento, porque su vida consistió en seguir a Jesús y sus enseñanzas. Ensenar a los demás, con el ejemplo y expresar bondad hacia los necesitados fueron sus maneras de preparar al mundo para la llegada de Jesús.

Se cree que nació en el año 270 d.C. en Asia Menor. Fue hijo de padres ricos, sin embargo quedó huérfano de ambos padres siendo aún muy joven, utilizó su fortuna para ayudar a los necesitados, enfermos y pobres. Fue elegido obispo de Myra y bajo el reinado del emperador Diocleciano fue exiliado y encarcelado. Después de ser liberado, en el 325, participó en el Concilio de Nicea y murió en Myra el 6 de diciembre del 343.

 

Es patrón de al menos 115 grupos, entre los que se encuentran: niños, huérfanos, estudiantes, navegantes,  personas que sufren persecuciones injustas, los enfermos, el matrimonio, doncellas, novios, novias,

Una de las historias más conocidas sobre san Nicolás se refiere a un hombre pobre con tres hijas que corrían peligro de ser vendidas a la prostitución porque su padre no podía permitirse la dote para casarlas. Se dice que, en tres ocasiones distintas, San Nicolás arrojó en secreto bolsas de oro a su casa, que cayeron junto a sus zapatos secándose junto al fuego.

Después de la muerte de San Nicolás, su tumba en Myra se convirtió pronto en meta de peregrinaciones y sus reliquias fueron rápidamente consideradas milagrosas a causa de un misterioso líquido, llamado el “maná” de San Nicolás, que salía de ellas. Cuando Licia, en el siglo XI fue ocupada por los turcos, los venecianos intentaron hacerse con ellas, pero fueron precedidos por los bareses, que llevaron las reliquias a Apulia en el 1087. Dos años después fue terminada la cripta de la nueva Iglesia, deseada por el pueblo de Bari, sobre el lugar en donde se erigía el palacio del gobernador bizantino, y el Papa Urbano II, escoltado por caballeros normandos señores de Apulia, posó las reliquias del santo sobre el altar, en donde se encuentran todavía hoy.

En los Paises Bajos y en los territorios germánicos, la fiesta invernal de San Nicolás,  ha dado origen a la tradición infantil de la espera de regalos: la vigilia de la fiesta del santo, los niños dejan zapatos o calcetines sobre una silla o junto a la chimenea, y se van a dormir confiados en que a la mañana siguiente, los encontrarán llenos de dulces y regalos; La imagen y la historia de San Nicolás se transformaron en Papá Noel en los Estados Unidos en el siglo XIX, principalmente debido al poema conocido como “La noche antes de Navidad” escrito por Clement Moore.

Oración

Oh buen San Nicolás, tú que eres la alegría de los niños, pon en mi corazón el espíritu de la infancia, del que habla el Evangelio, y enséñame a sembrar la felicidad a mi alrededor. Tú, cuya fiesta nos prepara para la Navidad, abres mi fe al misterio de Dios hecho hombre.

Tú, buen obispo y pastor, ayúdame a encontrar mi lugar en la Iglesia e inspira a la Iglesia a ser fiel al Evangelio.

Oh buen San Nicolás, patrono de los niños, de los marineros y de los desvalidos, vela por los que rezan a Jesús, tu Señor y el suyo, así como por los que se humillan ante ti. Llévanos a todos en reverencia al Santo Niño de Belén, donde se encuentran la alegría y la paz verdaderas. Amén

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